LA NECRÒPSIA DE LA SETMANA:

 

HISTORIA CLÍNICA:

Felina, Devon Rex, 3m, macho

Cachorro adquirido un 10 de septiembre. Un día después y durante la revisión médica se observó que tenía fiebre (40,5ºC), prescribiéndosele entonces antibioterapia. Muere el día 29 del mismo mes sin síntomas aparentes. Únicamente se informa de que algunos días parecía tener temblores musculares.

MACROSCOPÍA:

Adelgazamiento evidente del animal en el momento de realizar la necropsia (Imagen 1). Mucosas observables muy pálidas. A la apertura del abdomen se observaron concreciones miliares blanquecinas e irregulares por todo el omento y el mesenterio (Imágenes 2 y 3). El bazo estaba exangüe y rugoso (Imagen 4).  A la sección tenía lesiones nodulares mal delimitadas de aspecto necrotizante. El hígado tenía lesiones irregulares de tamaño variable (siempre inferiores a 1 cm. de diámetro) y coloración blanquecina que se distribuían aleatoriamente por todo el órgano (Imagen 5). No obstante, la cantidad de parénquima afectado en conjunto no era muy importante. Los riñones tenían múltiples y extensas lesiones irregulares y prominentes de coloración blanquecina que, en conjunto, afectaban a un 40-50% del parénquima (Imagen 6). Tales lesiones profundizaban por todo el espesor del órgano. El linfocentro mesentérico estaba ostensiblemente aumentado de tamaño. En la cavidad torácica tanto la pleura visceral como la parietal tenían lesiones blanquecinas irregulares compatibles con deposición de fibrina (Imagen 7). Aunque no se observó consolidación neumónica aparente, a la palpación se detectaron algunas masas nodulares intraparenquimatosas. También el linfonodo mediastínico estaba ostensiblemente aumentado de tamaño (Figura 8).

 No se apreciaron otras lesiones significativas o aparentes en el examen macroscópico de la necropsia.

 

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MICROSCOPÍA:

Todos los órganos comentados en el apartado de macroscopía tenían el mismo tipo lesional predominante: consistía en una inflamación piogranulomatoso-necrotizante multifocal de extensión y gravedad variable según los diferente órganos (asteriscos) y siempre asociada a vasculitis de carácter necrotizante. Los órganos afectados fueron: bazo (Imagen 9), hígado (Imagen 10), mesenterio (Imagen 11), riñones  (Imágens 12 y 13), meninges y plexos coroideos (Imágenes 14 a 16), y pulmones  (Imágenes 17 y 18).

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DIAGNÓSTICO:

Meningo-coroiditis piogranulomatosa necrotizante difusa

Peritonitis piogranulomatosa necrotizante multifocal generalizada

Linfadenitis piogranulomatosa necrotizante (mesentérica, mediastínica)

Nefritis piogranulomatosa necrotizante multifocal bilateral extensa

Hepatitis piogranulomatosa necrotizante multifocal generalizada

Esplenitis piogranulomatosa necrotizante multifocal

Pleuritis fibrino-necrotizante de multifocal a difusa y generalizada en ambos pulmones. Neumonía granulomatoso-necrotizante multifocal

COMENTARIO:

Las lesiones observadas son patognomónicas de una infección por el virus de la Peritonitis Infecciosa Felina (Familia Coronaviridae). Se trata de una enfermedad generalmente de curso subagudo o preferentemente crónico que afecta frecuentemente a animales jóvenes de esta especie (también a otros felinos: león, puma, lince, jaguar, leopardo...). Su periodo de incubación es bastante prolongado (en general superior a 3-4 semanas). La patogenia de la enfermedad se basa en la existencia  de vasculitis piogranulomatoso-necrotizantes generalizadas. A su vez, tales vasculitis son consecuencia de la instauración de una enfermedad por inmunocomplejos en el animal infectado de manera crónica. Según los datos aportados en la historia clínica, aunque no se puede demostrar fehacientemente, es probable que el animal estuviera ya infectado en el momento de su adquisición.

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