LA NECRÒPSIA DE LA SETMANA:
TÉCNICAS COMPLEMENTARIAS: Análisis toxicológico (muestras de sangre e hígado congeladas): positivo a la presencia de rodenticidas anticoagulantes derivados de la Indandiona DIAGNÓSTICO: Diátesis hemorrágica. Hemorragias subcutáneas e internas generalizadas (hemotórax, zona precardial y mediastínica, corazón, pulmones, hemoperitoneo, hemorragias en órganos abdominales, etc.). Intoxicación por rodenticidas antagonistas de la Vitamina K. COMENTARIO: El grupo de los derivados de la Indandiona son antagonistas de la Vitamina K y se emplean habitualmente como rodenticidas. La Vitamina K es un cofactor necesario para el funcionamiento correcto de diferentes factores de la coagulación (II, VII, IX, X) de origen hepático. Respecto de la patogenia de la intoxicación, una posibilidad es que la muerte del animal se produjera finalmente por una intensa anemia (posterior a la analítica sanguínea) y por la significativa pérdida de volemia resultante de las múltiples hemorragias internas. Esta presunta y grave anemia final que quizás padecía el animal podría ser también la causante del cuadro clínico de extrema debilidad (abatimiento, somnolencia...) y de la disnea que tenía el animal antes de morir. No obstante, tal interpretación parece a priori contradictoria con el hecho de que la analítica realizada el primer día no reveló la existencia de una anemia intensa (Hto. 35,4%; Hematíes 5,54 x 106), sino más bien una anemia leve más característica de enfermedades crónicas (Ej: Leishmaniosis). Otra posibilidad es que las indandionas causen otros efectos orgánicos distintos de los problemas de coagulación habituales; de hecho, experimentalmente (roedores) se han observado efectos sobre sistema nervioso central y sobre el sistema cardiovascular, si bien esta cuestión está todavía muy poco estudiada. En lo referente a las pruebas de coagulación realizadas (TP, TTP y TT), las dos primeras mostraron que los tiempos de coagulación estaban aumentados, lo cual es compatible con déficits de coagulación que afectan tanto a la vía extrínseca como a la intrínseca y, en consecuencia, compatible con una intoxicación debido a antagonistas de vitamina K. Adicionalmente, el hecho de que la TTP (vía intrínseca) estuviera ya alterada el primer día sugiere que el animal ya llevaba algún tiempo ingiriendo el tóxico. La TT normal implicaba que la coagulopatía observada no era debida a déficit de fibrinógeno. Por otra parte, la trombocitopenia (que no era muy grave) no puede ser explicada directamente por la ingestión de derivados de antagonistas de la Vitamina K, ya que no provoca depleción plaquetaria primaria ni interfiere su función. Probablemente la trombocitopenia fuera debida a la infección por Leishmania y/o a una depleción progresiva ("por consumo") como reacción a las múltiples hemorragias que se producían en el organismo del animal. El intervalo de tiempo entre el consumo del tóxico y la detección de los primeros síntomas es variable, dependiendo del producto concreto ingerido y de la cantidad consumida. No obstante, en general se asume que no es un proceso muy agudo (normalmente varios días). La instauración inicial de tratamiento contra Leishmania es comprensible puesto que dicha enfermedad suele cursar con debilidad general, epistaxis y trombocitopenia entre otros signos clínicos más o menos específicos. La anemia leve no regenerativa (< de 60.000 reticulocitos) no es explicable por la intoxicación en sí misma, pudiendo quizás ser causada por la infección por Leishmania. .
Idea: Mariano.Domingo@uab.es
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