LA NECRÒPSIA DE LA SETMANA:

 

HISTORIA CLÍNICA:

West highland white terrier 5 a, macho

Animal que sufre un proceso respiratorio y encefálico agudo (cuestión de horas). Opistótonos. Dolor a la flexión cervical.  El animal se había quejado de dolor inespecífico 4 días antes. Tratamiento paliativo sin efecto. Muerte a las 48 horas de iniciado el proceso. Se sospecha de infección por el virus del moquillo.

MACROSCOPÍA:

Externamente, se aprecia opacidad y coloración azulada del ojo izquierdo. Al retirar la piel se observa un leve edema subcutáneo dorsal. Hay una bránula en la extremidad anterior izquierda.

En la cavidad craneana se observa una masa anormal de aspecto neoplásico en el bulbo olfatorio, masa que se separa y desprende del resto del cerebro durante la extracción del encéfalo (Imágenes 1 y 2), quedando adherida al etmoides (Imágenes 3 y 4). La sección sagital completa de la cabeza revela en la cavidad nasal derecha una proliferación de aspecto neoplásico que infiltra y ocupa su parte más profunda hasta contactar con la masa intracraneana derecha descrita previamente, constatándose por tanto una continuidad de la lesión entre ambas cavidades (nasal y craneana) (Imagen 5). La masa neoplásica parece originarse en la mucosa olfatoria, extendiéndose desde aquí y atravesando el etmoides hasta penetrar en el cráneo, donde afecta principalmente al bulbo olfatorio derecho (por compresión).

No se aprecian otras lesiones aparentes en la necropsia.

 

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MICROSCOPÍA:

Es una masa densamente celular compuesta por poblaciones celulares de origen epitelial, altamente pleomórficas, que se disponen preferentemente según un en un patrón de proliferación sólido (Imágenes 6 y 7). Las células neoplásicas son de morfología redondeada o poligonal. Su citoplasma es granular, eosinófilo-anfofílico y, en general,  escaso en relación al núcleo. Los núcleos son centrales y basófilos, y contienen de uno a cuatro nucleolos muy evidentes. Intensa anisocariosis (Imágenes 7 y 8). Se aprecian también células binucleadas, figuras apoptóticas y un elevado número de mitosis (media de 10 mitosis por campo a 40x). Áreas de necrosis de tamaño variable. La masa contiene abundantes fibras de conjuntivo altamente vascularizado, probablemente provenientes del estroma adyacente, así como diversas zonas de reacción inflamatoria linfocitaria. En la zona anterior de la mucosa nasal se aprecia mucosa respiratoria no afectada, pero a medida que se avanza hacia el interior se observa infiltración neoplásica progresiva de la mucosa.

En el sistema nervioso central destaca la presencia de la población neoplásica descrita, con patrón de crecimiento compresivo, en el córtex frontal. En el mesencéfalo caudal y en la médula espinal cervical el tumor infiltra el espacio subaracnoideo. Se aprecian neuronas picnóticas en diferentes capas del córtex cerebral. Además, a nivel frontal y en el área talámica se observa gliosis con imágenes de satelitosis, así como espongiosis de la substancia gris y blanca.

 

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DIAGNÓSTICO:

Carcinoma nasal anaplásico (con invasión por continuidad de la cavidad craneana)

COMENTARIO:

Se trata de una neoplasia maligna que se inicia en los cornetes nasales de ambos lados y afecta principalmente (por compresión) al bulbo olfatorio derecho. También hay evidencia de diseminación mieloencefálica via líquido cefalorraquídeo. Podría tratarse de un tumor anaplásico de glándulas de la mucosa nasal, aunque cabría considerar también en el diagnóstico diferencial al Carcinoma neuroendocrino o al Neuroblastoma olfatorio, ambos malignos. En todo caso su pronóstico hubiera sido desfavorable.

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Idea: Mariano.Domingo@uab.es
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