LA NECRÒPSIA DE LA SETMANA:

 

HISTORIA CLÍNICA:

Canina, mestizo, 5 m, hembra

Muerte súbita sin antecedentes de importancia. Se sospecha de un envenenamiento.

MACROSCOPÍA:

No se han observado lesiones significativas o aparentes en el examen externo del animal (Imagen 1).

A la apertura de la cavidad torácica se observó la existencia de hemopericardio (300 ml de sangre aproximadamente)(Imágenes 2 y 3). Al abrir el corazón se observó una lesión proliferativa y hemorrágica, además de irregular y prominente, en la proximidad de una de las valvas de la válvula aórtica, a la cual afectaba también directamente (Imagen 4); dicha lesión fue diagnosticada como una endocarditis trombótica. Se observó además que, literalmente "clavado" en dicha lesión,  había un cuerpo extraño vegetal acicular (probablemente una hoja de pino) de 2,5 cm de longitud y 1 mm de grosor que se introducía simultáneamente en una arteria coronaria próxima a la válvula (Imagen 4). Adicionalmente se observó una perforación casi imperceptible del miocardio de 0,5 mm de diámetro aproximadamente sita en la base del corazón y afectando al  septo interventricular (Imagen 5). Esta perforación se relacionaba topográficamente y en profundidad con la lesión valvular trombótica descrita, de manera que el cuerpo extraño parecía haber provocado una lesión de tipo fistuloso en el espesor del miocardio, que además de atravesarlo por completo, había perforado también el epicardio, siendo esta la causa última de la hemorragia pericárdica descrita.

Uno de los riñones (izquierdo) tenía amplias áreas infartadas de coloración abigarrada (necrosis mas hemorragias) que profundizaban a la sección y que, en conjunto, suponía una afección del 50% del parénquima renal aproximadamente (Imagen 6).

Ausencia de contenido gástrico apreciable.

 

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DIAGNÓSTICO:

Endocarditis trombótica por presencia de cuerpo extraño (afección también de la válvula aórtica)

Hemopericardio

Infartos renales múltiples unilaterales muy graves

COMENTARIO:

La causa de la muerte súbita ha sido, con toda probabilidad, el hemopericardio, el cual suele provocar taponamiento cardiaco y muerte por shock cardiogénico como consecuencia, contribuyendo adicionalmente a ello de manera importante los graves infartos renales observados. La endocarditis trombótica y valvular es la causa indirecta -mediante tromboembolismo- de los infartos renales, los cuales eran de carácter agudo-subagudo (1-3 días de duración). La causa de la endocarditis fue con toda seguridad el cuerpo extraño vegetal clavado en el miocardio, lo cual a su vez fue la causa del hemopericardio. La presencia sorprendente de un cuerpo extraño en el corazón hace bastante incierta su explicación. Se podría postular que dicho cuerpo extraño penetró en la circulación por vía percutánea, a través de alguna vena (cefálica, yugular...), y que mediante la circulación de retorno venoso accedió al corazón, donde fortuita y  fatalmente se atoró, clavándose entonces progresivamente en el miocardio.

 

Idea: Mariano.Domingo@uab.es
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